Base de Conocimiento | Obra
Se trata de una película de aventura y fantasía en dibujos animados tradicionales (2D) dirigida por Tomm Moore y Ross Steward en el estudio de animación irlandés Cartoon Saloon, estrenada en 2020. Moore, confundador del estudio, cierra con esta obra una trilogía de películas inspiradas en el folclore irlandés, siendo La canción del mar (2014) y El secreto del libro de Kells (2009) las dos anteriores y similares obras.
La historia trata sobre una niña, hija de un cazador de lobos inglés que se encuentra en una ciudad irlandesa, gobernada con puño de hierro por Lord Protector, con la misión de erradicar a una manada que habita en el bosque cercano. La muchacha descubrirá que las líderes de la manada son seres humanos: una madre y una hija «wolfwalkers» (personas cuyo espíritu, al dormir, sale de su cuerpo en forma de lobo) y tratará de ayudarlas a sobrevivir a la amenaza de Lord Protector y su ejército.
Curiosamente, aunque en apariencia no sea más que una aventura fantástica para todos los públicos, hay una base histórica en el guión y hasta cierto mensaje ideológico. Oliver Cromwell (1599-1668), un personaje muy controvertido, fue un regicida que convirtió a Inglaterra en una república y medró hasta ostentar el cargo de «Lord Protector» gobernando la Mancomunidad formada por Inglaterra, Escocia e Irlanda a mediados del siglo XVII, y al parecer sí, realizó brutales campañas, torturó blasfemos, provocó incendios y aplicó mano dura como «invasor» de la ciudad de Kilkenny, aunque las víctimas fueron principalmente aquellos católicos que se oponían a su control, pues él era un fervoroso protestante que les consideraba herejes y «salvajes inferiores». Después de muerto, los monárquicos decapitaron su cadáver y posteriormente, aunque sea una figura inglesa de primer nivel, ha habido muchos que lo consideran un tirano más sediento de poder (un protofascista, alguien comparable a Lenin, etc.). También se presupone cierto origen celta a las leyendas de estos «hombres lobo» irlandeses, aunque ciertamente esto no guarda mucha relación con el contexto histórico de la historia.
Aunque visualmente muy atractiva, al aprovechar la libertad de la ilustración para cambiar a placer la perspectiva y las proporciones, el ritmo me resultó algo lento sobre todo porque el argumento es bastante predecible y contiene clichés. Un personajillo humilde pero valiente es suficientemente abierto de mente como para reconocer la humanidad en sus «enemigos naturales» y querer salvarles, mientras que el poderoso regente totalitario es incapaz de hacer otra cosa que no sea aspirar a dominarles como bestias o, en su defecto, destruirles. En este caso se evita hacer un excesivo juicio moral del villano… pero tampoco se le permite redimirse.
El director parece buscar cierta «conciliación» en las históricas desavenencias entre católicos y protestantes en el norte de Irlanda, cierta crítica al fanatismo, cierta defensa de la naturaleza… aunque carga las tintas del «fanatismo cristiano» en Lord Protector, con varias citas bíblicas y referencias a la religión, además de mostrarle al frente de una cuadriculada y sucia ciudad-cárcel. La única alternativa parece ser esa especie de animismo fantástico que profesan los bondadosos y espontáneos Wolfwalkers, perfectamente integrados en una bella y exhuberante naturaleza.
Pues vale.